domingo, 16 de marzo de 2008

Aristóteles y la filosofía


En primer lugar entendemos por sabio al que sabe todas las cosas, en cuanto es posible, sin tener la ciencia de ninguna de ellas en particular.
Despúes es sabio el que llega a conocer las cosas díficiles y penosas de conocer para el hombre, pues el conocimiento sensible es común a todos; por tanto es fácil y nada tiene de sabio.
Además es el más sabio en toda clase de saber aquel que conoce las causas con la mayor exactitud y que es más capaz de enseñarlas.
Y entre las ciencias, es más sabiduría aquella que se escoge por sí misma y con el solo fin de saber, que la que se elige por sus resultados.
Conocer y saber, para conocer y saber, es la propiedad de la ciencia suprema de conocer, el que quiere conocer por conocer eligirá la ciencia más perfecta...

Así va apareciendo poco a poco la concepción aristotélica de la filosofía, la ciencia de las primeras causas y los primeros principios.
Como la poesía un arte que encuentra su valor en sí mismo y que en su propio espíritu es superior a lo pragmatico y va más allá de la condición que atraviesen los hombres, las sociedades...
Las ideas no mueren. Los grandes imperios caen, pero los poetas se quedan.


No hay comentarios: